Las galerías son parte de la historia del cementerio y están descuidadas.
Por Hernán Vizzari (Historiador) – Diario Clarin 27/06/2016
Chacarita tiene 97 hectáreas, por lo que es una de las necrópolis más grandes del mundo. En su interior tiene varias galerías de nichos construidas por la Municipalidad de la Ciudad de Buenos Aires entre 1900 y 1960, cuando dar un servicio digno en los cementerios municipales era una prioridad. Hoy no parece ser tan así, y se busca borrar silenciosamente estos edificios de la muerte, que en su momento sirvieron para dar un digno lugar de descanso a miles de porteños. Si bien algunas están en estado de abandono, muchas de ellas aún albergan cuerpos y restos que actualmente son visitados por sus familias.
Las galerías sobre la avenida Jorge Newbery son de los años 30. Su arquitectura es de líneas elegantes y sobrias, y su inauguración fue un evento de gran importancia para la sociedad porteña. Sobre Elcano hay una galería de nichos al aire libre y subterránea, de unos 100 metros de largo. Fue construida y utilizada en el esplendor del cementerio, ya que contenía en sus nichos restos desde 1895. Hace varios años dejó de funcionar, terminó profanada y vandalizada. Nunca fue mantenida, ni se le hicieron trabajos de remodelación, solo se la dejó en el abandono.
El llamado Gran Panteón, que involucra a las galerías que van de la 15 a la 22, está en el centro del cementerio y es donde se encuentra la mayor parte de la problemática de abandono. Allí, curiosamente, se hace la mayor cantidad de inhumaciones y visitas de deudos. Se inauguró en 1958, con los primeros panteones subterráneos. Tiene unos 23.200 nichos para ataúdes, 3.900 para urnas grandes de restos y casi 13.000 nichos para urnas pequeñas. Los templetes de los accesos fueron diseñados por el prestigioso arquitecto Clorindo Testa y la constructora que participó en el trabajo fue Polledo Hnos. Es fácil diagnosticar que el estado crítico es simplemente por no poner atención ni destinar un presupuesto, ya que en su momento fue construido con elementos nobles y a conciencia. Pero sin el mantenimiento adecuado, nada es eterno… ni siquiera esta ciudad de los muertos.
Fuente: clarin.com