Escribe: Hernán Santiago Vizzari
En unos de los trabajos que vengo haciendo junto con la Cooperativa de Trabajo «La Unión» Ltda. en el Cementerio de la Chacarita, de manera fortuita pudimos dar con una antigua y pesada pieza de algún Monumento Funerario de los años 40 (circa). Cuando apenas lo vimos parecía una piedra enterrada sin ningún interés pero a medida que la fui limpiando noté que tenía forma de lápida, y estaba tallada como tal. Cosa que nos llenó de curiosidad y nos avocamos a su Rescate Patrimonial.
Procedí a dar vuelta la pesada pieza y con asombro notamos que era una curiosa parte de un monumento o mausoleo funerario, imaginando que debería tener líneas sobrias ejecutadas en un posible granito negro de Suecia o extranjero. Lo único visible y potencialmente documental como pieza funeraria es la simbología de una cruz y palma en un fino de hermoso relieve. Lo demás un misterio, sin nombre alguno, ni fechas de nacimiento o defunción como pueden observar en las imágenes. Nos costó un buen tiempo poder rescatarla del lugar, era una zona complicada, donde habían otros escombros a la vista, otros enterrados, pero por intuición y designio divino dimos con un cuadrante posible y allí estaba.
La pieza, con un fino trabajo de cincelado el cual tiene como símbolo funerario una Cruz muy parecida a una Bizantina y detrás una Hoja de Palma, el cual simbolizan: La Cruz como símbolo de la pasión y victoria de Jesucristo sobre el pecado y la muerte, la Hoja de Palma como signo del triunfo sobre la muerte. Antiguamente en los viejos catálogos de elementos funerarios, que van desde placas hasta la construcción de bóvedas y mausoleos, nos topamos con varios sepulcros de gran envergadura, por ende esta pieza de seguro corresponde a un antiguo Mausoleo o Sepulcro de tierra que estaría ubicado en este sector de la necrópolis y quedó oculta a este momento.
Estos monumentos funerarios eran de gran envergadura, como lo eran las bóvedas pero estaban ubicadas en el sector de tierra. Si bien albergaban un fallecido, podría en algunos casos, especulando antiguamente, según viejos catálogos de mausoleos, y elementos funerarios, albergar varios fallecidos. Queda uno de estos monumentos funerarios de gran porte correspondiente a unas monjas, muy cercana al ingreso y egreso de la avenida Jorge Newbery, esta vez el elemento elegido fué el granito gris, con una cruz en su parte superior como simbología.
Desde ya es un descubrimiento que nos llena de alegría y curiosidad tanto a los trabajadores de la Cooperativa por el trabajo en conjunto como también para los cuidadores que día a día estamos en el trabajo de campo, por lo que a mi respecta como historiador e investigador del cementerio como del patrimonio funerario. Una pieza muy interesante como enigmática, y de algo estoy muy seguro… encontraremos muchas más piezas como esta durante estos años venideros.