Escribe: Hernán S. Vizzari
Por una filtración de agua que hundió parte del patio externo del Museo Histórico Sarmiento contribuyó de manera curiosa que salieran a la luz antiguas lápidas que fueron utilizadas como baldosas que conforman veredas de ese patio, así como las que rodean al tradicional edificio del barrio de Belgrano, se podría decir que muchas de ellas fueron hechas a partir de lápidas de cementerios ubicados en ese cercano barrio porteño.
Este descubrimiento ocurrió, en julio de 2021. Estaban reparando un caño pinchado de agua que iba al Museo y hubo que levantar parte de la vereda en rededor del mismo. Allí notaron que en una de las baldosas dejaba a la vista lo que parecían ser unas letras, dichas baldosas son de forma octogonal y su material de mármol. Así paso lo mismo con varias de ellas.
El hallazgo principalmente fue por el acceso principal por la calle Cuba y su lateral que da a Juramento. Las baldosas que debieron levantarse estaban mirando hacia ese lado y curiosamente por esa filtración de agua, dicho sector de la vereda estaba levemente hundido hacía unos años.
Debo destacar como investigador en la materia, que en el Partido de Belgrano existieron 3 Cementerios, donde es muy probable que estos fragmentos de lápidas hayan sido reutilizadas como baldosas para el Museo. Si bien se presume que estas fueron colocadas a principios de 1900, tranquilamente pueden proceder de dichos antiguos cementerios, más que nada de los localizados en las calles Miller, Monroe y Valdenegro, como también Monroe, Balbín y Zapiola, muy cerca del Museo Sarmiento.
Hay otra hipótesis menos elocuente que pudiera ser que “un marmolero haya comprado lápidas en desuso” para hacer las baldosas, cosa que el Museo al ser un sitio construido por la Municipalidad en aquellas épocas, de seguro esta misma tendría en algún obrador material de reciclaje para utilizar como baldosas, pero en mi extensa experiencia de investigar el patrimonio funerario, no le daría mucho crédito, ya que en las cercanías estaban los cementerios de Partido de Belgrano como les comenté anteriormente.
Hay otros casos de hallazgos de docenas de adoquines elaborados con lápidas judías. Fueron descubiertos durante los trabajos de reconstrucción en un distrito turístico de la ciudad de Praga, República Checa. En años de investigación histórica muchos coinciden al antiguo régimen comunista, quien descaradamente allanó sinagogas como también cementerios para obtener de allí estos «materiales de construcción».
Muchas de ellas, en la parte inferior de las lápidas podían distinguirse claramente letras hebreas, la estrella de David y fechas de fallecimiento, en cambio, otros trozos de piedra, tenían una superficie más pareja y blanca, señal que habían sido pulidas luego de ser arrebatadas de estos cementerios judíos.
Este descubrimiento en el Museo Sarmiento es un de los tantos que se fueron encontrando, no hace mucho en la misma plaza Marcos Sastre (Segundo Cementerio de Belgrano) han habido denuncias sobre la aparición de huesos y restos de lápidas y ornamentación funeraria en las últimas mejoras de la plaza”. La mayoría de los vecinos que viven desde hace tiempo en el barrio saben que allí había tumbas por historias transmitidas de boca en boca, por parte de sus padres y abuelos.
Muchos vecinos en sus pensares acotan que a pesar de haberse convertido en un lugar de encuentro para las familias del Barrio de Villa Urquiza, la vieja historia secreta de la Plaza “Marcos Sastre” y su cementerio vuelve una y otra vez de generación en generación. A veces al transitar es imposible no pensar que muchos de esos antiguos y frondosos árboles y todas la vegetación emergieron sobre tierra santa, en la que fueron enterradas cientos de vecinos del Partido de Belgrano y del incipiente barrio que crecía a pasos agigantados.
Seguiremos encontrando de manera fortuita estos vestigios de nuestro Patrimonio Funerario, donde nuestra identidad e historia debe ser contada para poder conformar y valorar así la historia de un barrio, una ciudad, un país… aunque a veces sea en forma de baldosa.